Sentada en la ventana

Paralizada,

sentada en la ventana

desde la que contemplo el sendero recorrido,

cada paso que dí

y los que hubiera querido.

Sentada,

veo frente a mi las dos direcciones

de donde vengo y a donde voy.

No habrá retorno,

en la cuneta quedan sueños

deseos que sostuvieron,

que motivaron empeños

quedan las oníricas ansias insatisfechas

quedan creencias,

báculos arcaicos perdidos tiempo ha

en alguna curva de la senda,

queda la pasión y la inocencia.

Ahora cada paso es meditado,

apatía serena,

melancolía escéptica.

Cae la tarde y me levanto desganada,

hay que iniciar la marcha,

sé a donde va el sendero,

quería recorrer tanto

pero ya no hay tiempo,

ayer me hubiera angustiado

hoy sólo me provoca una mueca,

la vida creí que era la meta

que vas marcando

ahora sé que sólo es el camino,

no lo que buscas,

es lo que te surge

mientras vas caminando.

Mariant I.